Desafío 1:
Visitar a un enfermo o alguien que carezca de atención o de amor.
Los enfermos se acostumbran a perder la esperanza y la alegría, por eso una visita tuya puede reanimar la fe y llevar a su casa el amor de Jesús.
(Puede ser un vecino, un familiar o un amigo)
Oración:
Levanto el corazón a ti, Señor:
Ayúdame a lanzarme, hazme valiente.
Muéveme con tu impulso a donde quieras,
Inventa los caminos de mi vida.
Sé que Tú me guiarás, y eso me basta.
Incluso con mis dudas y mis miedos,
Oyendo tu llamada, daré el salto:
No importa nada más, si vas conmigo.
Tu alegría, Señor, será mi fuerza,
Evangelio que es luz para los pobres.
Envíame a anunciar esta Noticia,
Sembrando la ternura y la esperanza
Por las mil periferias de este mundo.
En tu misión confío, porque es tuya.
Renueva esta ilusión de darme a todos,
Amándote en quien sufre, en mis hermanos.
Amén.