En esta sesión proponemos varios textos para meditar y buscar el sentido de lo que nos quieren transmitir.
Texto 1:
Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos.
Texto 2:
¿Estáis dispuestos a beber aquel cáliz? ¿Estáis dispuestos a dejaros penetrar por el cuerpo y sangre de Cristo, para morir al hombre viejo que hay en nosotros y resucitar con Él? ¿Sentís la fuerza del Señor para haceros cargo de vuestros sacrificios, sufrimientos y «cruces» que pesan sobre los jóvenes desorientados acerca del sentido de la vida, manipulados por el poder, desocupados, hambrientos, sumergidos en la droga y la violencia, esclavos del erotismo que se propaga por doquier…? Sabed que el yugo de Cristo es suave… Y que sólo en Él tendremos el ciento por uno, aquí y ahora, y después la vida eterna.
Texto 3:
-Dios mío, ven en mi auxilio.
+Señor date prisa en socorrerme.
Texto 4:
Cada nueva generación necesita nuevos apóstoles. Es aquí donde surge una misión especial para vosotros. Sois los primeros apóstoles y evangelizadores del mundo juvenil, atormentado, hoy, por tantos retos y amenazas (cf. Apostolicam actuositatem, 12). Ante todo vosotros podéis serlo y nadie puede reemplazaros en vuestro ambiente de estudio, de trabajo y de recreo. Son muchos vuestros coetáneos que no conocen a Cristo, o no lo conocen lo suficiente. Por consiguiente, no podéis permanecer callados e indiferentes. Debéis tener el valor de hablar de Cristo, de dar testimonio de vuestra fe a través de vuestro estilo de vida inspirado en el Evangelio. San Pablo escribe: «¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!» (1 Cor 9, 16). Ciertamente, la mies es mucha y se necesitan obreros en abundancia. Cristo confía en vosotros y cuenta con vuestra colaboración. Os invito, pues, con ocasión de la próxima Jornada de la Mundial Juventud, a renovar vuestro compromiso apostólico. ¡Cristo tiene necesidad de vosotros! ¡Responded a su llamamiento con el valor y el entusiasmo característicos de vuestra edad!
Texto 5:
¡No tengáis miedo!… Abrid de par en par las puertas a Cristo.
Texto 6:
¿Qué significa dar testimonio de Cristo? Significa sencillamente vivir según el Evangelio: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente… Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mt 22, 37-39).
Texto 7:
- Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
- Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Texto 8:
Ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí (Ga 2,20).